Capítulo 1 Saga Domo: "Sirius: El Puente Hacia la Esperanza Terrenal"
Después de un año de intensos esfuerzos, el Mariscal de Campo Julio, Dorado y su equipo de científicos lograron un hito revolucionario en el Domo. Con la ayuda de los cuatro refugios y los cuatro elementos, habían creado una antena extremadamente potente, capaz de captar señales débiles de cualquier parte del mundo.
La antena, bautizada como "Sirius", era el resultado de la colaboración entre los científicos del Domo y los líderes de los cuatro refugios. Cada refugio había aportado su elemento único: el agua del Refugio del Coronel Juan, la tierra del Refugio de la Capitana María, el aire del Refugio de la Teniente Sofía y el fuego del Refugio del Capitán General Alexander.
Dorado, con su capacidad de procesamiento y análisis, había supervisado el proyecto desde el principio, asegurándose de que cada elemento se integrara perfectamente en el diseño de la antena. El Mariscal de Campo Julio había proporcionado el liderazgo y la visión necesarios para guiar el proyecto hacia su éxito.
La antena "Sirius" era una estructura impresionante, con una altura de más de 100 metros y una base ancha que se extendía por varios kilómetros. Estaba cubierta de paneles solares y antenas parabólicas, que captaban la energía del sol y las señales débiles del espacio.
Con la antena "Sirius", el Domo y los refugios tenían la capacidad de comunicarse con el mundo exterior, y tal vez, encontrar otros sobrevivientes en un planeta devastado. La emoción y la expectativa eran palpables en el aire, ya que todos sabían que esta antena podría cambiar el curso de la historia.
Madre, la inteligencia artificial, captó una débil señal de auxiliar proveniente del otro lado del mundo. Inmediatamente, comenzó a sintonizar la frecuencia para ubicar la señal con precisión. Después de unos momentos, logré escuchar claramente el mensaje.
"¡Ayuden! ¡Estamos solos! ¡La gente está muriendo! ¡Tenemos enfermedades que no sabemos cómo curar!", decía la voz desesperada al otro lado de la señal.
Madre se comunicó de inmediato con Dorado, quien ordenó que se reprodujera el mensaje en altavoces para que todos en el Domo lo escucharan.
El Mariscal de Campo Julio, Dorado, Patricia, los científicos y doctores se reunieron de emergencia para discutir la situación. "Tenemos que ayudarte", dijo el Mariscal. "Pero debemos tomar precauciones. No sabemos qué tipo de enfermedades tienen ni cómo se transmiten".
Dorado ascendiendo. "Madre puede desinfectar las áreas y preparar un espacio para recibir a los enfermos. Pero los humanos deben estar protegidos con trajes especiales para evitar el contagio".
Los científicos y doctores se pusieron a trabajar de inmediato, preparando el hospital del Domo para recibir a los enfermos. Mientras tanto, Madre continuaba sintonizando la señal, intentando obtener más información sobre la situación del otro lado del mundo.
Los científicos y doctores habían preparado el área desinfectada con sumo cuidado, asegurándose de que estuviera lista para recibir a los refugiados sanos. El hospital estaba equipado y listo para atender a los enfermos. Los humanoides estaban en sus posiciones asignadas, listos para ayudar en la misión.
Dorado se dirige a la tripulación del Domo, su voz clara y firme. "Todos, por favor, pónganse en sus asientos. El Domo se va a levantar. Mariscal, Patricia, todos están en su lugar".
El Mariscal de Campo Julio asentado, su rostro serio. Patricia, la experta en enfermedades, estaba lista en el hospital, con su equipo preparado para recibir a los enfermos.
Dorado se volvió hacia Madre, la inteligencia artificial. "Madre, levanta el vuelo. Es hora de partir hacia nuestro destino".
Madre respondió, su voz suave. "Entendido, Dorado. Levantando el vuelo... ahora".
El Domo comenzó a vibrar, sus motores rugiendo mientras se elevaba del suelo. La tripulación se aferró a sus asientos, listos para enfrentar lo que viniera...Continuará.
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